Fiesta #OOM

Aquel día hacía un tiempo que no entraba a ver el blog de Hernán Casciari. Ya no recuerdo si entré por casualidad o recomendado por algún tuit o mensaje. Presentaba la idea de la revista Orsai, una revista en papel, sin publicidad, de gran calidad, mantenida gracias al aporte de los lectores: comprabas antes y se organizaban distribuidores que le daban un soporte social a la idea. Me acerqué como lector, compré tres y pasé la voz entre mis amigos y conocidos.

Para la presentación del número 1 en Mercedes, pedí prestado el auto del lugar donde trabajo y manejé algunas horas acompañado de personas que recién conocía en persona, con las cuales habíamos intercambiado unos pocos mensajes antes. Probamos las pizzas de Comequechu, hablamos con Hernán y el Chiri, alguien que no recuerdo unió mediante un teléfono celular a Casciari con el Tonga, nuestro distribuidor que no había podido viajar. Ya hice una crónica más amplia de ese día. Después, las entregas de las revistas en la pizzería El Cuartito se convirtieron en cita obligada cada tres meses.

Y llegó el día de la inauguración del bar en San Telmo, un delirio hecho en muy poco tiempo. Cuatro noches (yo estuve en dos) rodeados por amigos, autores y dibujantes de la revista. Tontamente no había llevado ninguna de las revistas, así que hice que Hernán firmara el logo de Firefox en mi remera y Horacio Altuna dibujó en mi cuaderno. Como bien relata Hernán en su blog, se notaba la energía creadora en el lugar, No solo de los que habían participado en la revista, había ideas detrás de cada una de las personas y muebles del bar.

Era claro para mi que ese lugar debía ser aprovechado.

El día de la inauguración del bar me reencontré con Gerry Garbulsky, uno de los directores de la revista Oblogo y organizador de TEDxRíodelaPlata. Habíamos compartido hacía tiempo un encuentro un domingo a la mañana. Enseguida me ofreció un espacio en la revista para Mozilla, ya que estamos empezando una campaña en Lationamérica. A los pocos días todo estuvo arreglado. Nunca más fácil.

El 7 de diciembre, les mandé un mail a Tonga y a Gerry con una propuesta:

Estaba pensando en armar unas noches de lecturas de blogs y/o textos con licencias libres. Podríamos conseguir alguien para leer o los propios autores, si son de acá. ¿Qué les parece?

Los dos aceptaron en menos de diez minutos. Empezamos a planear qué y cómo lo haríamos, quienes podrían venir, si hacerla antes de fin de año o ya empezar el año que viene. Una semana después, Gerry primero y yo después decidimos que se nos achicaba el tiempo disponible, que sería mejor dejarlo para el año que viene. Tonga contestó algo así como: «Estaba hablando con Hernán y nos encantaría hacerla antes de fin de año». Y entonces la hicimos.

Una semana después estábamos en el bar Orsai lleno. Había gente haciendo cola antes de que abriéramos la puerta. Vinieron muchísimos autores de los dos últimos números de Oblogo, pudimos degustar las pizzas de Comequechu (tanto que él no llegó a ver nada de la fiesta) e hicimos el sorteo de regalos de Mozilla, Oblogo y Orsai, más los agregados de autores que habían llevado sus obras para difundir. El sorteo lo hicimos con una idea original de Tonga y usamos el inodoro pintado de urna.

De una mirada rápida, cualquiera podría preguntarse por qué Mozilla, una organización sin fines de lucro que tiene una misión en la Web y que está íntimamente relacionada con ella podría relacionarse con revistas y libros en papel. Tanto Orsai como Oblogo son proyectos que encarnan la idea de Mozilla sobre la Web. La Web es y debe seguir siendo un recurso público que todos podamos usar para dar a conocer nuestras ideas y creaciones y que podamos usarlo para entretenernos. Como es el lema de nuestra campaña actual: Internet, de todos. Para todos.

Orsai usa la Web como plataforma de difusión, pero también como plataforma de organización y socialización. Hernán logró construir este proyecto porque pudo crear en la Web, con total libertad, sin la necesidad de satisfacer un mercado editorial. Oblogo toma autores de la Web y les da visibilidad cuando no tenemos conexión. Y, algo importante, ayuda a desmitificar que en la Web, solo hay «amateurs»: podrán no haber publicado en papel, pero de amateurs no tienen nada.

En un principio la fecha del 20 de diciembre podría parecer problemática. Se cumplían 10 años de unas de las jornadas más dolorosas en Argentina. Varios amigos míos iban primero a la marcha y después irían para el bar. Caminaba por la 9 de julio, mucha gente manifestándose y gigantografías que recordaban aquellas jornadas. Al principio pensé que no deberíamos haberla hecho, que deberíamos haber esperado. Pero después me di cuenta que era uno de los mejores homenajes que se podía hacer a una época que, después de esas jornadas dolorosas, supo crear esperanza y asociación entre personas que habían olvidado qué significaba crear con tu vecinos. Qué mejor forma de celebrar las posibilidades de asociación entre pares que organizar un espacio donde se respire esa idea.

Las fiestas #OOM como fueron bautizadas (o quizás usemos indistintamente #OMO, que también nos gusta) seguirán todos los meses, a partir de marzo del 2012. Queremos que sirvan para generar más ideas y creaciones. Que la Web florezca de talentos.

PD: Acá se pueden ver algunas fotos de la fiesta sacadas por Kariu2