La amplificación es la nueva censura

Esta frase la dijo @moeed uno de los miembros de Al Jazeera que dio una charla sobre esa organización de noticias en Buenos Aires. Decía que en estas épocas, la mejor forma de censurar/ocultar un hecho era amplificar las noticias sin importancia, para que lo importante quede relegado en la marea de información en la que vivimos.

Es difícil callar todas las voces, porque las formas de comunicar son cada vez más fáciles y están al alcance de más gente, pero si todos esos nuevos discursos se pelean por un espacio en la atención de los individuos, quien puede repetir y aumentar la dimensión de una noticia, adquiere mayor poder.

Twitter y otras redes sociales han sido funcionales ante algunas crisis, y nos han llegado noticias desde ciertos lugares donde no llegaban los medios tradicionales. Pero con la idealización de estas herramientas, podemos llegar a pensar que si algo no está en los «trending topics», no existe. Si confiamos en Twitter para enterarnos de qué está pasando, lo que no se refleje en esa red, no ocurre.

Esto no es nuevo, como dijo Michael Wolff, editor de la revista Wired en un encuentro:

«En un esfuerzo por obtener ganancias de Internet, compañías como Apple, Facebook, Netflix y Twitter están luchando para monopolizar cuánto más puedan el tiempo y la atención de las personas a través de aplicaciones que solamente pueden ser utilizadas en ciertos dispositivos o plataformas o redes sociales solamente disponibles para miembros, en sistemas cerrados, controlados.

Esto es lo que esencialmente siempre hicieron las empresas de medios, agrega Wolff, el premio en cualquier negocio de medios es el control»

En la idea base de Tim Bernes-Lee para la Web, la posibilidad de un control total o casi total de un sitio o red del contenido que se publicaba, era imposible. La descentralización de la red tenía ese objetivo: nadie debería poder tener el control del medio, nadie podía decidir qué contenido no debía publicarse.

Otras redes controladas por una empresa se habían creado y habían fracasado por la lentitud en la innovación. La web se desarrolló mayormente porque cualquiera podía innovar, manteniendo cierta base de conexión con el resto. Las redes centralizadas vuelven a estar en la agenda, camufladas como aplicaciones en la Web. El peligro de estas redes centralizadas, como decíamos, es que alguien decide qué aparece en los temas relevantes del momento, por más democrático que simule ser, los intereses económicos y la presión política son más posibles cuando hay un solo jugador.

A descentralizar

A pesar de que el florecimiento de las redes sociales es bastante reciente, los primeros casos (y cada vez más preocupantes) de problemas de privacidad de la información y su capacidad de obviar temas, han generado la creación de proyectos de redes sociales descentralizadas.

¿Qué sería una red social descentralizada? En lugar de depender de un centro que maneje los datos, diferentes nodos se conectan e intercambian la información. Si alguno cae, otro lo reemplazará. Si un nodo se dedica a censurar, puede ser reemplazado por otro que no lo haga. Por esto mismo será más difícil la presión de gobiernos sobre ellos.

La alternativa a Twitter más conocida es status.net un servidor de microblogging que puede ser instalado por cualquier persona e interconectarse con otros servidores, sin que los usuario tengan que crear cuentas en cada uno de ellos. Se intentó llegar a un acuerdo con Twitter para que esta red funcionara con un protocolo similar, pero la gente de Twitter tiene una posición dominante y decidió que no participaría. La misma gente que desarrolla status.net (que es software libre) povee el servicio de identi.ca

Como alternativas a Facebook la más conocida es Diaspora, a pesar de estar en un estado alpha (es decir recién naciendo), pero han sabido llamar la atención, y mucho antes de que hayan escrito una sola línea de código, ya eran famosos. La idea tras Diaspora es que cualquiera pueda instalar un servidor y quien cree una cuenta en ese servidor pueda participar de cualquier otro y llevarse sus datos en caso de necesidad (algo que no es posible en Facebook).

La descentralización trae sus complejidades, aunque también mayores probabilidades de innovación. Para un análisis de esta temática, recomiendo el libro de Jonathan Zittrain «The future of Internet and how to stop it», con licencia Creative Commons.

A pesar de la juventud de los proyectos descentralizados, es el momento de apoyarlos, para evitar caer en las trampas de las redes centralizadas y fácilmente dominables.

Lo que me extrañó es que a pesar de las críticas que tenían en cuanto a la posibilidad de la censura en estas redes sociales, la red Al Jazeera no estuviera probando otro tipo de redes

PD: Esto no quiere decir que no podamos usar las otras redes, mientras que sepamos cuáles son sus limitaciones y problemas. Está claro que hasta que las redes descentralizadas no hayan avanzado lo suficiente, las centralizadas pueden ser interesantes para divulgar y compartir.

PD2: Un escrito más explicatiovo de la charla de Al Jazeera lo pueden leer en Uberbin de la mano de @maccur