Una organización de afinidad

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Mozilla es una organización diferente. Tenemos una enorme misión: mantener la web abierta para todos. «Sólo» esa misión. Es una misión que cambia en todo momento, porque las amenazas a una Web abierta se modifican. Ayer fue la falta de opciones en navegadores, hoy es la vigilancia gubernamental y privada de los usuarios en la Web, y la falta de opciones en el ecosistema móvil.

Pero al mismo tiempo sabemos que lo que nos une como comunidad mundial es que compartimos esa misión. Individualmente podemos llevar adelante activismos diferentes, pelear por otras causas que nos parezcan necesarias y justas. Pero ese activismo no debe limitar nuestra posibilidad de trabajar con otras personas dentro de Mozilla. A veces es difícil, los límites no siempre son claros. Pero para eso tenemos un manifiesto y una guía para la participación en la comunidad. Aprender a trabajar con esas diferencias es una experiencia fascinante.

Los grupos de la afinidad pueden estar fundados en una ideología común (ej. anarquismo), en una preocupación compartida por un asunto (ej. antinuclear) o en una actividad, un papel o una habilidad común (ej. médicos de la calle).

Una noche escuché la definición de lo que eran los «grupos de afinidad» anarquistas y me pareció obvia la relación con Mozilla. Pero Mozilla es una «Organización de afinidad». Mucho más compleja, con sus reglas y sus discusiones abiertas y en público (lo que muchas veces genera sinsabores y tristezas, pero que es acorde con lo que creemos, es mejor para todos). Conozco pocas organizaciones en las cuales cualquiera pueda discutir con cualquier otra persona sin miedo.

Para muchos Mozilla es su espacio de identidad y participación, su segunda familia. Por eso muchas veces es difícil leer opiniones de personas que hablan de Mozilla y sus decisiones sin conocerla por dentro. Como dice Ben Adida, eso siempre va a pasar. No todo el mundo tiene el interés y la necesidad de conocer algo en profundidad para opinar. Eso es la Web también, y si queremos que sea abierta, la queremos aún con esos sinsabores.

Es importante entender el funcionamiento de Mozilla para comprender por qué aún sin compartir las ideas políticas de alguien, se puede pensar que esa persona, que está dentro de la organización desde un principio desarrollando tareas determinantes y que ayudó a forjar lo que ahora es Mozilla, pueda ser un buen dirigente. Por eso no es una buena noticia para Mozilla que Brendan Eich se haya ido.

La comunidad de Mozilla debe seguir adelante. Discutiendo sobre lo que se hizo mal en estos días, buscando alternativas para la próxima vez. Sabiendo que nos une un objetivo mucho mayor que cualquier nombre. Y que ese objetivo necesita de nuestro trabajo constante.